Reparto: Benjamin Voisin, Cécile De France, Vincent Lacoste...
Francia, 2021, 149 minutos
El titulillo parece una de esas redundancias, al igual que el de la película. Casi todas las ilusiones se acaban perdiendo en el tránsito por la vida y la prensa vive del esforzado sacrificio de algunos periodistas decentes, esa rara avis, con la gran mayoría vendidos al mejor postor, que suele ser siempre el de los oligarcas y políticos de turno. El mejor ejemplo es el de El País, vendido por la familia Polanco a políticos medrosos, de miedosos y de medrar, con despacho en la Moncloa.
Pues el señor Balzac, no tan garbancero como Galdós, aunque similarmente prolífico y avasallador con un prosa roma y tendencia al folletón, se inspira en su propia vida y experiencia para narrar las aventuras de un muchacho de provincias aficionado a la poesía que marcha a París en busca de ascender en la escala social, medrar cual política valenciana, mentir, difamar, calumniar y adular en los periodicuchos de la época apoyándose en sus mentores y sus amantes.
Es todo glamour francés post imperio napoleónico, interiores versallescos atosigantes, música inmisericorde y omnipresente y un trabajo desigual de su protagonista y muy afinado del siempre agudo Vincent Lacoste y de las protagonistas, la guapa Cécile De France y la pizpireta Salomé Dewaels que interpreta con mucho estilo a la medio corista, medio actriz, de las medias rojas.
Son dos horas y medias de Balzac, interiores rococó capaces de producir arcadas, pelucones y trajes masculinos engolados hasta la perilla, pero aprendemos alguna cosa útil como la razón de que haya en Francia un periódico que se llama Canard Enchainé a la vez que recordamos con nostalgia aquellas claques teatrales en que nos rompimos las palmas en algunos estrenos cuando fuimos jóvenes.
E ilusos.
alfonso