Reparto: Brad Pitt, Tommy Lee Jones, Donald Sutherland...
EE.UU. 2019 122 minutos
La obsesión gringa por el padre
Cada vez que hacen mención a El corazón de las tinieblas, me echo mano a la cartera a ver si sigue en su sitio, aunque cada vez más escuálida. Salvando la versión apocalíptica de Coppola, claro. No hay más que juntar un viaje de descubrimiento, remontar una corriente y descubrir que efectivamente lo que estabas buscando es un monstruo (propio) o un fake.
Aquí juntan esos mimbres con los eternos de las películas gringas donde el padre ya no sale a comprar tabaco porque está mal visto, pero sí a degustar una hamburguesa grasienta y si te he visto no me acuerdo y deja a sus vástagos, casi en su totalidad del género masculino, devastados. Sin béisbol, sin pesca, sin acampadas y con el corazón destrozado, mientras la madre trabaja como un animal, aguanta al retoño con las hormonas y la ansiedad al límite y rezonga en voz cada vez más alta.
Brad Pitt adelgaza, pone su cara más triste, esa que se le quedó cuando Angelina le dejó plantado, y pasea por el espacio hasta Neptuno y sus anillos con unos efectos especiales que dejan bastante que desear. Por no hablar del "relato", como dirían los políticos de hoy, que es patético. Lo de defenderse con un trozo de chapa cogida al desgaire de un satélite varado para atravesar uno de los anillos de Neptuno, parece más propio del Doctor Bacterio. Y algunos sets están montados en el garaje de algún miembro -cutre- del staff.
Ah, y además es aburrida.
alfonso