Act. Mircea Posterlnicu, Diana Cavallioti...
Rumanía, 2017, 127 minutos
Arte y ensayo rumano
Una película muy densa que pretende versar sobre el psicoanálisis y la pareja, pero que en realidad sirve de atalaya para atisbar el país y su desarrollo post Ceucescu, su entrada en la Unión Europea, pasando de país gris y levemente siniestro a otro perfectamente homologable a los aburridos estereotipos del Este.
El director de Madre e hijo, se fija esta vez en el otro binomio tóxico de la sociedad, la pareja, que retrata, como no podía ser de otra manera, en términos de dependencia y de reproducción de todos los traumas a los que han asistido de niños, en esa inmensa catástrofe de la que se intenta sobrevivir el resto de tus días.
Tiene demasiado diálogo, una cámara inquieta e inquisitiva que salta nerviosamente de un interlocutor a otro y un prodigio de montaje que hace que la película, que se mueve a saltos temporales, fluya sin (sobre) saltos.
Pero al director no le iría mal tomarse a sí mismo y sus personajes ligeramente a broma, a sus curas postcomunistas en el confesionario y a los psiquiatras que ofician como tales, pero en versión algo menos pedestre. O sea una pasadita por Woody Allen antes de convertirse en el judío poco gracioso y levemente canalla que es hoy.
alfonso