Dir. William Monaham
Act. Colin Farrel, Keira Knightley, Ben Chaplin
Deep cockney
La verdad es que su principal atractivo reside en lo que apenas entiendes, el slang macarra de los bajos fondos londinenses, apenas inteligible pero sabroso.
Todo lo demás está de más, nuestro buen amigo Colin Farrel haciendo de lo que le gusta, de chico malo. Un guión desastrado, una fotografía desdeñada, un ambiente londinense desaprovechado. Sólo la Knightley está bien, porque por una vez no hace gestos excesivos, ni casi actúa, se limita a poner esa cara y ese cuerpo que le ha dado la naturaleza y dejarse llevar y uno lo agradece.
Ópera prima del director, alguien seguro le ha dicho que para hacer una película hay que coser mejor las escenas y aprovechar los torcidos diálogos de un buen novelista, irlandés como Colin Farrel, el tal Ken Bruen, poco conocido por estos pagos.
Se deja ver, sobre todo la muchacha, y tiene un final bastante redondo con el cadáver del prota mirando el cielo.
alfonso