Act. Norah Jones, Jude Law, Nathalie Portman
Precrítica
Del director de la inolvidable In the mood for love o la fallida 2046, todo un derroche de color y atmósferas en plan Edward Hopper siglo XXI, y a pesar de lo que veamos en pantalla este fin de semana, de los pocos autores absolutamente reconocibles al primer fotograma, con una caligrafía narrativa original y poderosamente onírica. A disfrutarla en V.O
Sentimientos de neón
Sostenida por una historia mínima, colgada siempre de las obsesiones de Wang Kar Wai sobre las redundacias, por aquello de los amores imposibles, la película supone todo un placer dividido en varias capas: la música, -la de Norah Jones, pero también la recreación de la banda sonora de In the mood for love-; la dirección de actores -espléndidos todos a pesar, o quizá por ello, de que algunas escenas como la del beso final se repitieron 130 veces-; los encuadres y la conducción de cámara, -con un lenguaje a través de espejos, cristales y escaparates que habla de la obsesión del director por lo inasible-; y una fotografía memorable, -con planos exquisitos como el de los semáforos bailando-.
Quedamos a la espera del siguiente capítulo de la misma cinta, tejida con la misma levedad y primor oriental, aunque se haya pasado momentáneamente a Occidente.
alfonso