Dir y guion:. Matthieu Delaporte, Alexandre de La Patellière
Reparto: Pierre Niney, Anaïs Demoustier, Laurent Laffite...
Francia 2024, 178 minutos
Movistar
De la mano de los mismos realizadores de Los tres Mosqueteros, también de Dumas, asistimos a una magnífica película o serie en dos capítulos, esta vez ese deleznable formato sí merece la pena, sobre uno de los folletines de aventuras más aclamados del pasado reciente que ha dado pie a multitud de secuelas y versiones en casi todos los formatos posibles.
Romanticismo y exotismo, atentos a las referencias a Oriente, ese exotismo no se impone, no obstante, a una ambientación muy francesa; los cuadros de bellísimas odaliscas y las referencias al Imperio Otomano y su parafernalia se unen a una puesta en escena esplendorosa y una música que imparte un cursillo sobre este aspecto en las películas, porque entra perfecta, se oye sin escucharla, arropa, pero también deja su impronta en el espectador.
La historia es archiconocida, la de una injusticia y una venganza en tiempos de la revolución bonapartista, ¿o quizá deberíamos decir contrarrevolución?, de un marinero que aspirar a escalar en la jerarquía social y le encierran en un tenebroso castillo con un abate que se convierte en su mentor y le revela uno de los secretos de los Templarios.
Sin ánimo de reventar el final, -olvidemos ese palabro de wokes, spoiler-, Edmundo Dantés vuelve al mar, "donde todo es horizonte y nada ha sido construido por el hombre". Son tres horas casi de maravilloso goce artístico y aventurero.
No es cierto esa boutade que dice que la venganza se sirve fría, -en caliente también es exquisita-, pero sí aquella otra que dice que quien busca venganza que cave dos tumbas. Aunque una, la del ejecutor, sea virtual.
alfonso