Dir. Georges Clooney
Reparto: Ben Affleck, Tye Sheridan, Lily Rabe...
EE.UU. 2021, 104 minutos
Amazon Prime
Eso decía mi padre cuando le traían la merluza congelada del régimen de vejez impuesto por su señora. Y encima sin sal, apostillaba. Pues esta película, además, está mal filmada, con un exceso de filtro para remedar la luz de la costa este americana en primavera. Por no hablar de la ambientación. ¿Cómo es posible que Ben Afleck se haya dejado embutir en esos nikis y esos jerseys cincuenteros?
Por supuesto, trata del gran drama americano del padre ausente. Ese tópico sobre el progenitor que te lleva de pesca, a acampar bajo los luceros como en la OJE y que tan bien diseccionó Antonio Resines en un anuncio sobre el cine español que debe ser lo único bueno que ha hecho este raquítico cine en los últimos 50 años.
Para colmo el bar del tío-colega, ese que te cuenta todas las mamarrachadas sobre la masculinidad más sentimentalmente tóxica, se llama Dickens, un escritor al que se odia todo el año, pero especialmente en Navidad. Y como no podía ser de otra manera, los productores españoles han titulado como les ha dado la gana, El bar de las grandes esperanzas, jugando con el título de la obra del inglés sobre un huérfano vocacional y recalcitrante.
En fin, Georges, dedícate a otra cosa. A ser un padre colega, de esos que tienen nietos en vez de hijos; a llevarles de pesca al lago Cuomo, donde tienes la dacha; a contarles batallitas de cuando eras un actor serio que ligaba un montón y te mantenías orgullosamente soltero. Pero no le des más a la claqueta.
Aunque pague Amazon y los niños -nunca son niñas-, sueñen con androides que sean como Terminator, incansables padres modélicos.
alfonso