Act. Penélope Cruz, Javier Bardem, Ricardo Darín, Eduard Fernández, Inma Cuesta, ...
España 2018, 130 pesadísismos minutos
Apoteosis del bolastristes
Ya lo dijo Joaquín Reyes de Lars von Trier en aquel vídeo de Muchachada Nui. "He hecho tropecientas películas y todas son un coñazo". Pues el iraní Farhadi es un solemne bolas tristes, de esos que se compran la ropa en Humana y luego se miran en el espejo.
Se ha venido a España probablemente porque los pueblos del extrarradio de Madrid son tan tristes como Escárcega, en México, donde hasta las palmeras mueren de tristeza, para contarnos a ritmo de teleserie, esa amenaza al talento del cine, una tragedia menor y presentarnos un caleidoscopio de personajes tan desolador como en Nader y Simin, una separación o en una de las peores versiones vistas de la Muerte de un viajante.
Consigue que hasta buenos actores como Eduard Fernández o Ricardo Darín aparezcan ahítos, desvaídos y deshilvanados, como tristes fantasmas de sí mismos, envueltos en la niebla de su no existencia. No puede con esa fuerza de la naturaleza que es Bardem, aparte de que le brinda la mejor historia. De Penélope Cruz, mejor ni hablamos.
Me podría imaginar a Farhadi en un stand up comedy, -uno de esos shows en que el humorista realiza su función de pie contando chistes-, en el escenario de un teatro desierto en un pueblo de la España vaciada. Por su cine, claro.
Todos lo saben, no hay nada más contagioso que un antiguo ayatola deprimido.
alfonso