Act. Jessica Chastain, Mark Strong, Gugu Mbatha-Raw...
EE.UU, 2016, 132 minutos
Personajes huérfanos de autor
Por lo general apago la pantalla o me salgo del cine al segundo "obviamente". En este caso no, debido a una trama interesante y a la apabullante belleza de Jessica y -ojo al nombre- Gugu Mbatha Raw, dos figuras en blanco y negro radical. Las mujeres -la mermada minoría heterosexual-, pueden optar por Mark Strong, porque el apellido promete guerra y el torso del muchacho es como el de Cristiano Ronaldo, pero con cerebro.
Ahora bien, esas abstrusas parrafadas, largas, pretendidamente brillantes y que dejan al actor exhausto y a la intemperie intelectual y al espectador tendiendo el oído, no se sostienen más que en una película de WASP's donde los símbolos de Apple relucen incluso más que las actrices.
Y de los tres elementos de cualquier obra, -personaje, historia y puesta en escena-, falla clamorosamente el primero, apareciendo la protagonista como ese huérfano que casi todos llevamos dentro, que siempre se presenta con mirada desvalida, cautelosa y un punto desconcertada.
Y de los tres elementos de cualquier obra, -personaje, historia y puesta en escena-, falla clamorosamente el primero, apareciendo la protagonista como ese huérfano que casi todos llevamos dentro, que siempre se presenta con mirada desvalida, cautelosa y un punto desconcertada.
Además, en este caso viene con buenismo de serie, librando una batalla en que valen todos los medios para conseguir los fines: regular la venta de armas en Estados Unidos.
Algo tan difícil allí como regular las hipotecas aquí, excepto en el caso del chalet en la sierra del mismísimo marqués de Galapagar.
alfonso