jueves, 20 de agosto de 2015

Señor Manglehorn

Señor Manglehorn
Dir. David Gordon Green
Act. Al Pacino, Holly Hunter...


EE.UU. 2014, 97 minutos
Empacho Pacino
Una de esas películas hechas a la medida del ego del siempre sobreactuado actor, construida con tres ideas y 300 palabras, más o menos las que forman el lenguaje del americano medio: genial, entrenador, buen tipo, malos, bacon, donuts... 

Una idea es la que versa siempre alrededor del padre estadounidense medio, que o bien ha salido por piernas de sus responsabilidades, o bien lleva indefectiblemente al hijo a jugar al béisbol. La otra habla sobre el individualismo y la amargura de ese mismo americano demediado, algo exagerada al vivir en Texas, y las segundas oportunidades de la vida, siempre felizmente resueltas con final empalagosamente feliz.

Se sale de la película literalmente empachado del italo americano, con ese papel creado, -probablemente por él mismo-, a la medida de él mismo, es decir, pasado de revoluciones hasta quedar gripado, que no deja de salir en ningún plano de la cinta, por lo demás mediocre en todos los sentidos, y eso siendo magnánimos.

De la historia solo se libra el amor por los gatos, la mascota perfecta, distante, descreída,  de vuelta de todo, individualista y autosuficiente, que nunca podría como el perro, ser policía o chivato detector de drogas.
alfonso