Dir. Skil Vogt
Act. Ellen Dorrit, Vera Vitali, Henrik Rafaelsen...
Noruega, 2014, 96 minutos
La soledad era esto
Act. Ellen Dorrit, Vera Vitali, Henrik Rafaelsen...
Noruega, 2014, 96 minutos
La soledad era esto
En Oslo y en la noche septentrional no debe ser difícil confundir noche, soledad y ceguera. Aunque esta sea su primera película como director, Skil Vogt es un reputado guionista y amigo de Joaquim Trier, al que le escribió su también ópera prima, la tristísima Oslo, 31 de agosto.
Aquí también sus personajes flotan dentro de su propio líquido amniótico, siempre con un 100% más de sexo que en cualquier película española, para espantar sus males y elucubrar con sus fantasmas, ya sea en forma de chats, tríos, embarazos como esperanza de salvación, o de asomarse desnuda a esas ventanas que se cierran al mundo con un sonido de almeja.
Muy buena fotografía ásperamente luminosa, a la que acompaña una música minimalista en interiores poblados por fantasmas de lo que pudo haber sido y no fue, antes de que el invierno caiga como una losa sobre la tumba donde yace mi amigo.
No es fácil de ver, mereció el Sundance al mejor guión, dibuja algunos tópicos que probablemente sean más ciertos que la indefectibilidad de la muerte, pero te sumerge en un estado melancólico-lisérgico poblado de walkirias ciegas un poco sonámbulas, hijas espurias de Edward Hopper, de cejas profundamente rubias.
alfonso