domingo, 5 de febrero de 2012

J. Edgar

Dir. Clint Eastwood
Act. Di Caprio, Judi Dench, Naomi Wattts

















Entre el maletín de la señorita Pepis y Muchachada Nui
El maquillaje corresponde a la primera y la historia -chanante-, a la segunda. Si la primera da cierta grima, la segunda, en lo que respecta a la historia, el guión y el niñato por excelencia del cine de Hollywood, mueve a risa. Nerviosa.

Y eso que es un personaje siniestro donde los haya, ante cuyos ojos ha desfilado lo más importante de la historia del mundo moderno, la Gran Depresión, la Mafia, los atracadores con ira en las uvas, la Gran Guerra Mundial (Tomos I y II y Fría), los 60 del rock y las drogas , el Black Power, el Flower Power y la librería City Lights, los Kennedy, Watergate, Vietnam, Tricky Dick Nixon, la receta del bacalao Club Ranero...

Pues nada, el guión pasa de todo menos de las plumas del pavo y de los arrumacos tóxicos de su madre. El niñato Di Caprio está patético, el personaje de Noami Watts derrapa, para ahorrar no hay casi exteriores, a Clint Eastwood le resbala la babita hasta la claqueta y el personal se aburre en las nuevas salas Renoir, pensadas sólo para ahorrarse unos cuantos puestos de trabajo y renovar la moqueta.

Si Harry el Sucio sigue haciendo películas, tras sus últimas paridas de Gran Torino, Más allá de la vida, el Intercambio, Invictus... las van a ir a ver sus colegas del geriátrico.
alfonso