Dir. Joaquim Candeias
Act. Ana Caleya, Antonio Canal, Josep Albert
Traducción Miguel Sáenz
Teatro Círculo de Bellas Artes, Sala Zorrilla
Un CSI existencialista
A Thomas Bernhard le declaró Austria, su país, persona non grata, un galardón comparable en este caso, al Nobel de Literatura. Porque como dice Phillip Roth nadie puede odiar tan perfectamente un país como uno de sus conacionales.
La obra, un esperpento centroeuropeo de carácter nihilista, desnuda la sociedad austriaca, obligándonos a escuchar las divagaciones de un forense en torno a una autopsia, los latigazos de un ciego alcohólico, y los vacíos de su hija, una diva de ópera, juguete roto en manos de su padre, el público y ella misma.
Los actores, salidos del casting más concienzudo, prestan una apariencia perfecta a sus personajes, vestidos respectivamente de cuervo, de austriaco y de muñeca; el montaje y la dramaturgia es austera pero expresiva y Josep Albert realiza una declamación perfecta de un texto dificilísimo, al que ayuda la traducción impecable de Miguel Sáenz.
Un pequeño espectáculo maravilloso para gozo de suicidas en potencia, maniacodepresivos profesionales y adictos al Prozac... y al más puro teatro de entreguerras.
alfonso