Dir. Roy Andersson
Act. Decenas no profesionales
Merece la pena echar un vistazo
Elogio del desaliento
Una película al límite mismo de lo mínimo, con una estética a lo Buster Keaton y un sentido del humor parecido, poblada de personajes al borde de la nada, en la que impera la música, un encuadre y profundidad de campo extraordinarias y todas las gamas del beige bajo la luz del otoño sueco.
No es sencilla de ver, congela la sonrisa a veces forzada del público, precisamente porque pone en entredicho que la gente tenga que ser feliz, y está poblada de personajes mayores, feos, vulgares y anodinos, como la vida misma.
Depresivos abstenerse. Y sin embargo tiene un no sé qué...
alfonso